Y es que ante la escasez de lluvia, los pequeños productores a través de pozos inician el riego de las siembras manualmente, con la finalidad de que su producción en ventas no caiga, y el estiaje no los afecte en cuanto a su economía, al mismo tiempo mantienen el terreno en buenas condiciones (fértil) al haber cosechas más periódicamente.
Según el campesino Luis Mario Méndez del poblado Ayapa, explicó que con la crisis y la falta de empleo, activó un pequeño predio que mantiene en la misma comunidad para cultivar chayote, zanahoria, yuca, calabaza, maíz, entre otros, para después expenderlos en el mercado.
Señaló que sin la ayuda de las autoridades, le es muy difícil, al no contar con el apoyo, ya sea económico o en asesorías de siembras, pero así salió adelante con sus plantaciones logrando crear un pequeño negocio familiar, el cual implica como principio siembra del producto, cosecha, colocación en los mercados y ventas del producto en bolsas (ya peladas).
Mencionó que la falta de empleo y la crisis lo obligó buscar otras alternativas de crecimiento, logrando sembrar el producto hasta venderlo, ahora el “negocio familia” es redituable a pesar de la sequía que enfrentan los campos el producto logra desarrollarse por completo.
Aclaro también que en tiempo de escasez del chayote ellos lo mantienen en abundancia, al mantener su terreno aptos para estos tipos de cosechas y a un precio módico, siendo que cada pieza no pasa de los 5 pesos, y por mayoreo es más económico.
Fácil de sembrar y cosechar
Este cultivo se puede reproducir por esquejes, acodos y semillas. Cuando se utilizan semillas, usualmente se colocan de una a tres semillas por golpe, en un ángulo de 45 grados, separadas a 25 centímetros cubriéndolas con una fina capa de tierra para protegerlas del sol.
Es recomendable que la semilla se coloque con una pisca de fertilizante al fondo del hoyo, tapando con una capa de tierra de unos 5 cm, para evitar el contacto con la semilla.
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